Nota estadística sobre empleo


Se han recuperado a noviembre 844 mil de los 1,869 millón de empleos perdidos entre marzo y julio. Las personas desocupadas que buscan empleo suman 954 mil,  más otro 1,334 millón de personas que declaran estar dispuestas a trabajar. La tasa de desempleo total alcanzó un 22,8%.


1. Personas ocupadas

De acuerdo a la encuesta del INE del trimestre septiembre-noviembre de 2020, publicada el 31 de diciembre, el total de ocupados fue en esa fecha un -12,5%  inferior al del mismo período del año anterior. Se registra una mejoría respecto al trimestre móvil terminado en julio, el peor momento de la crisis por la epidemia de coronavirus, cuando el empleo cayó en -20,6% anual. En número absolutos, en el trimestre terminado en noviembre se registró 1,129 millón de empleos menos en doce meses, en comparación con la caída anual de 1,837 millón de empleos en mayo-julio. 


Gráfico 1: Fuerza de trabajo, ocupados, cotizantes  y desempleados (miles) 

Fuente: a partir de Instituto Nacional de Estadísticas.


Gráfico 2: Número de ocupados menos respecto a enero y marzo 2020

 Fuente: a partir de Instituto Nacional de Estadísticas.


En el primer trimestre del año se habían registrado 8,942 millones de personas ocupadas, cifra que cayó a 7,073 millones en el trimestre móvil terminado en julio. La caída del empleo alcanzó a 1,869 millón de personas (y a 2,045 millones respecto al trimestre móvil terminado en enero, el más alto registro de empleo hasta ahora). Los ocupados sumaron 7,917 millones en el trimestre móvil terminado en noviembre. Se registraron aún 1,026 millón de empleos menos respecto a marzo

A partir del trimestre terminado en agosto, el empleo volvió a aumentar. Se han recuperado 844 mil empleos hasta el trimestre terminado en noviembre, fruto tanto de la relajación de las restricciones sanitarias como de la reactivación de la actividad económica a partir del tercer trimestre del año, en la que se registró el efecto del retiro de fondos desde las AFP y el uso de los recursos del seguro de cesantía para sostener la suspensión de contratos o la pérdida de empleo. El empleo recuperado representa el 45% del empleo perdido y la brecha pendiente de colmatar para volver al nivel de empleo del primer trimestre de 2020 es aún de poco más de un millón de puestos de trabajo.

Por su parte, hasta septiembre los datos administrativos más recientes  respecto a los cotizantes dependientes en organismos de seguridad social disminuyeron en doce meses en 301.296 (-5,6%, a comparar con la caída del -12,5% del empleo total según el INE). En abril y mayo, estos empleos asalariados formales disminuyeron en 463.281 puestos de trabajo respecto a marzo, de los cuales se han recuperado solo 49.033 (el 10,6%). El empleo informal y por cuenta propia ha sido el más afectado por la crisis, con dos tercios de las pérdidas de puestos de trabajo provenientes de este sector y solo un tercio del empleo formal. Al mismo tiempo, se constata que el sector de empleo asalariado formal, que concentra más del 70% de la actividad productiva, crece muy poco y está lejos de recuperar los puestos de trabajo perdidos. El grueso de los más de 800 mil empleos netos nuevos creados desde el tercer trimestre es de asalariados informales o de trabajadores por cuenta propia.


Personas ocupadas y desocupadas (miles)

Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas.



2. Personas desocupadas

Los desocupados que buscan trabajo sumaron 954.350 mil personas en el trimestre terminado en noviembre. Se considera desocupadas a aquellas personas que no tuvieron una actividad remunerada en la semana anterior a la encuesta del INE y que además buscaron un puesto de trabajo durante las últimas cuatro semanas. 


Gráfico 2: Tasa de desocupación y tasa de desempleo total (%)

Fuente: a partir de Instituto Nacional de Estadísticas.


La categoría de "inactivos potencialmente activos" es aquella que incluye a las personas que están dispuestas a trabajar de inmediato, pero que no buscan activamente empleo. Esta categoría sumó otro 1,334 millón de personas. Como señala el INE: "esta categoría está compuesta por personas que en su mayoría no estaban buscando un trabajo, pero estaban disponibles para trabajar, por tanto se convierten en potenciales entrantes a la fuerza de trabajo si es que las restricciones de movilidad debido a la pandemia se levantan o las expectativas de las personas por encontrar una ocupación mejoran." 

La suma de los que buscan trabajo sin encontrarlo o bien que están disponibles para trabajar, alcanzó a 2,3 millones de personas, a comparar con la de 2,5 millones del trimestre móvil anterior y la de 3 millones del trimestre terminado en julio, en el peor momento de la crisis.

La tasa de desocupación registrada alcanzó un 10,8% de la fuerza de trabajo, pero con una fuerza de trabajo (las personas ocupadas más las que buscan trabajo) que ha disminuido por efecto de la crisis del coronavirus. Según el Instituto Nacional de Estadísticas, al considerarse no solo a las personas desocupadas y a las que buscan empleo sin encontrarlo, sino también a los "inactivos potencialmente activos", la tasa de desempleo total alcanza un 22,8% de la fuerza de trabajo ampliada, a comparar con el 30,2% de mayo-julio y el 14,1% registrado en el cuarto trimestre de 2019.


3. Perspectivas

Para volver a alcanzar el nivel de ocupación del primer trimestre de 2020, se requiere crear un millón de empleos adicionales. Si se volviera a crear empleo al ritmo del mejor año del último quinquenio (200 mil empleos en 2017), se necesitaría 5 años a partir de 2021 para recuperar los puestos de trabajo perdidos hasta noviembre de 2020. Si el ritmo fuera el del año menos dinámico (100 mil empleos en 2016), se necesitaría 10 años para recorrer ese camino. La recuperación del empleo dependerá de la magnitud de la reactivación de la demanda interna y externa y de la magnitud de la contribución del subsidio a la creación de nuevos empleos.  

Existe un fondo presupuestario de dos mil millones de dólares para financiar un total de 1,3 millones de subsidios al empleo en 2020 y 2021. La última información del Ministerio del Trabajo disponible indica que desde el 29 de septiembre al 9 de diciembre se han registrado 40.157 empresas que han postulado a 264.928 trabajadores a este subsidio, un 64% de los cuales se dirige a nuevas contrataciones y un 36% a reactivar los contratos suspendidos a partir de abril y actualmente financiados por las cuentas individuales del seguro de cesantía. El bajo  número de interesados no hace sino confirmar que las empresas necesitan una perspectiva relativamente cierta de ventas antes de emplear a nadie, con o sin subsidio.

El efecto de este subsidio puede, además, ser limitado si solo disminuye el costo laboral para las empresas por empleos que se reanudarían o crearían independientemente de éste. Si  el objetivo gubernamental es acelerar el ritmo de creación de puestos de trabajo y sustituir el Ingreso Familiar de Emergencia por la vuelta al empleo (programa que dejó de funcionar en octubre pasado), el mecanismo adecuado parece ser el de ampliar con más contundencia los programas de creación directa de empleo en infraestructura. Y también poner en marcha nuevos programas de servicios a las personas y de cuidado al medioambiente, de modo de cubrir necesidades sociales insatisfechas y al mismo tiempo crear puestos de trabajo que permitan mantener en actividad a las personas que no encontrarán un empleo formal -cuyo volumen apenas crece- o informal por un período prolongado o se mantendrán en trabajos precarios por cuenta propia predominantemente inestables y con ingresos inferiores a la línea de pobreza. Los mecanismos de creación de empleo de mercado no lograrán revertir en plazos breves una parte importante del impacto de la crisis de 2020 en el volumen y composición de la oferta productiva y en los puestos de trabajo en la empresa y por cuenta propia.



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