Actividad económica: cae la actividad en agosto pero aumenta en el trimestre móvil
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) calculado por el Banco Central, aumentó en agosto en un 2,3% respecto al mismo mes del año pasado. Aunque es lo más frecuentemente presentado en los informes de prensa, tomar dos registros puntuales puede no reflejar la tendencia. No obstante, en este caso coincide con el más pertinente indicador del crecimiento de la actividad que acumula los datos del año. En enero-agosto de 2024, se registró un crecimiento de 2,3% del Imacec respecto al mismo período del año pasado.
Adicionalmente, destacamos la variación promedio trimestral móvil desestacionalizada del Imacec, dato que pondera las fluctuaciones eventualmente volátiles o estacionales. En este caso, el dato trimestral más reciente es positivo, aunque se produjo un bache en el mes de agosto, en que el Imacec disminuyó en -0,1% respecto a julio. Como los desempeños de junio y julio fueron dinámicos, el crecimiento del Imacec desestacionalizado en el trimestre móvil junio-agosto respecto al anterior fue de 0,4%. En el segundo trimestre del año la actividad había caído en -0,1% respecto al primer trimestre, en contraste con el aumento de 0,7% en el primer trimestre respecto al último trimestre de 2023.
En términos sectoriales, el desempeño en los primeros ocho meses del año se explica por una expansión de 6,1% de la minería en comparación con enero-agosto del año pasado, especialmente la privada, pues Codelco sigue con disminuciones de producción, actividad que globalmente no tiene mayor conexión con la demanda interna y ha experimentado una reactivación productiva después de tres años de caídas. Los sectores que están más conectados con la demanda interna registraron un aumento de 2,7% anual en el caso del "resto de bienes" (que incluye suministro de electricidad, gas y agua y construcción y viene creciendo desde 2021) y de 2,6% en el del comercio, luego de una gran expansión en 2021 y caídas en 2022 y 2023. Por debajo del crecimiento promedio se situaron los servicios, con un aumento anual de 1,9%, una trayectoria más lenta que la de la etapa inicial de recuperación de la pandemia, y la industria manufacturera, que creció en 1,5%, luego de un desempeño de auges y caídas en los últimos años pero de expansión (1,9%) en 2023. En enero agosto, las exportaciones nominales crecieron en 3,8%, con una expansión de 10,3% de las mineras y las agropecuario-silvícolas y una caída de -7,0% de las exportaciones industriales.
En los últimos cinco años (hasta agosto respecto a 2018, antes de la crisis social y la pandemia), los sectores que han crecido son los servicios (21,5%), el comercio (8,3%) y apenas la industria (0,3%), mientras se han producido caídas de la minería (-6,4%) y el resto de bienes (-7,3%), que incluye la construcción. Esto evidencia una tendencia estructural hacia una economía en la que predominan los servicios -tanto a la producción como a las personas- los que representaron en conjunto el 68,9% del PIB en 2023, a comparar con un 64,6% en 2018 y un 63,4% en 2013. La minería pasó de 10,8 % del PIB en 2013 a 7,9% en 2023. La agricultura pasó del 3,6% a 3,3% en los mismos años y la pesca no varió del 0,7% del total. La industria manufacturera (que tiene una importante proporción de elaboración simple de recursos naturales) mantuvo su participación en cerca del 11% del PIB, superando actualmente a la minería, mientras la construcción pasó de 7,7% a 6,6% del total y el sector de suministros (electricidad, gas, agua y desechos) pasó de 3,1% a 3,9%.
Las proyecciones de aumento del Producto Interior Bruto para el conjunto del año 2024 son de 2,6% en el caso del Ministerio de Hacienda y de entre 2,25% y 2,75% en el caso del Banco Central. Que no se prolonguen los datos de agosto requiere acelerar los recortes de la tasa de interés de política monetaria del Banco Central. En septiembre, la rebaja de la tasa fue de solo 0,25 puntos, con una inflación cuyas expectativas se sitúan plenamente en la meta de 3% a 24 meses. La tasa llegó, luego de fuertes aumentos a partir de marzo de 2022, a una cifra tan alta como 11,25% entre noviembre de 2022 y julio de 2023. Luego de rebajas sucesivas desde entonces, la tasa se fijó en 5,5% el 3 de septiembre. Este nivel es aún superior a cualquier cálculo, siempre discutible, de la "tasa de equilibrio" o "neutral", aquella que mantendría el crecimiento cerca de su potencial, cuyo cálculo es también azaroso, sin acelerar la inflación.
Fuente: Banco Central de Chile.
El empleo se mantuvo en términos desestacionalizados en junio-agosto
La encuesta del INE sobre ocupación registró, en términos desestacionalizados, una estabilidad en junio-agosto respecto al trimestre móvil anterior, luego de una disminución de -0,3% en mayo-julio. En términos anuales, se constata un aumento de la ocupación de 2,5%, inferior al 3,2% anual del segundo trimestre y al 3,4% anual del primer trimestre. Se produjo, por otro lado, un aumento de 1,1% anual en el número total de horas trabajadas. En junio-agosto, de los 229,6 mil nuevos empleos creados respecto al mismo trimestre del año anterior, unos 140,9 mil fueron de tipo informal, es decir un 61% del total. Hay 2,6 millones de trabajadores informales en el país, de 9,2 millones de ocupados, por lo que la tasa de ocupación informal se ubicó en 27,6%, con un alza de 0,9 puntos en un año. Esta tasa alcanzaba un 29,1% en el trimestre previo a la pandemia en 2020.
Los datos administrativos sobre el empleo que paga cotizaciones y es registrado por la Superintendencia de Pensiones, revelan que en el trimestre abril-junio de 2024 se produjo un caída anual de 67,1 mil puestos de trabajo formales, un -1,2%. Estos datos se publican con dos meses de rezago respecto a la encuesta de empleo del INE.
Las personas desocupadas sumaron 902 mil, un 1,4% más que hace un año. La tasa de desocupación de la fuerza de trabajo alcanzó un 8,9%, un leve progreso respecto al 9,0% del mismo trimestre del año pasado, lo que se explica por un menor crecimiento de la fuerza de trabajo (2,4% anual) que de la ocupación.
Sin embargo, corregida de variaciones estacionales, la tasa de desocupación aumentó a 8,7% de la fuerza de trabajo, desde el 8,4% promedio en el primer semestre. La tasa de desocupación había registrado un 7,0% de la fuerza de trabajo en 2019, antes de la crisis social y de la pandemia. Acercarse al pleno empleo supone bajar del umbral de 5%, lo que no ocurre desde hace décadas.
La recuperación del empleo sigue sin ser aún suficiente para volver a una tasa de desocupación como la existente antes de la pandemia, mientras en la coyuntura se observa un estancamiento de la ocupación total en términos desestacionalizados.
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas.
La inflación sigue la tendencia a la baja
El Índice de Precios al Consumidor subió en 0,3% en agosto, después de un 0,7% en julio y -0,1% en junio. El promedio en el último trimestre es de 0,30% mensual y en el semestre marzo-agosto es de 0,35% mensual.
El IPC Sin Alimentos y Energía (SAE), por su parte, aumentó en 0,2% en agosto, y en un promedio de 0,10% mensual en el trimestre y de 0,23 % mensual en el semestre, menos que el IPC general. Esta es una medida a observar para evaluar la inflación subyacente de más largo plazo y orientar la política monetaria doméstica más allá de los precios más fluctuantes fuera de tendencia que impactan en el IPC mensual.
Otro indicador complementario de la inflación subyacente es el IPC Sin Volátiles, que excluye todos los productos cuyos precios varían en un sentido u otro con frecuencia. Este aumentó en 0,1% en agosto, en 0,10% promedio en el trimestre y en 0,31% promedio en el semestre, también menos que el IPC general.
Por otro lado, no se está expresando en la coyuntura una presión fuerte sobre el IPC por el lado externo, como fue el caso del brote inflacionario de 2021-22. En efecto, los precios de los bienes sujetos al comercio internacional aumentaron en 0,2% en agosto y en 0,3% promedio tanto en el trimestre como en el semestre terminados en agosto. Esto fue ayudado por una disminución de -0,8% del tipo de cambio peso/dólar en agosto, aunque en los primeros ocho meses del año 2024 se acumula una devaluación del peso de 6,3% respecto a diciembre de 2023, que encarece los bienes importados en moneda nacional.
El componente que registra una menor desinflación es el IPC de productos que no son objeto de comercio internacional ("no transables"). En este componente tienen una alta incidencia los servicios, sensibles a la evolución de la demanda agregada y a su oferta interna específica, aunque también reciben la influencia en sus costos de precios externos como los de los combustibles y otros insumos. Este subconjunto registró un aumento de 0,3% en agosto, de 0,3% promedio mensual en el último trimestre y de 0,4% promedio mensual en último semestre. Los servicios de vivienda registraron un aumento de 0,5% en agosto, de 0,3% en el último trimestre y de 0,4% en el último semestre. Los otros servicios registraron un aumento de 0,3% en agosto, de 0,7% en el último trimestre y de 0,5% en el último semestre.
Como se observa, en estos posteos subrayamos los promedios trimestrales y semestrales del IPC y sus componentes para evitar resaltar en el análisis solo valores mensuales que pueden estar fuera de tendencia, influenciados por variaciones circunstanciales. No utilizamos en demasía la comparación en 12 meses por esta razón, la que presentó un aumento del IPC de 4,7% de agosto a agosto en la serie empalmada, en medio, además, de un cambio de la canasta de productos y sus ponderaciones considerados en el cálculo a partir de enero de este año. A pesar del dato anual de agosto, la tendencia sigue siendo a la baja de la inflación, como se observa en el cuadro adjunto, que compara los promedios trimestrales y semestrales.
Así, con un IPC sin alimentos y energía y un IPC sin volátiles promedio mensual de solo 0,1% en el último trimestre, sigue razonablemente bien encaminada la meta de alcanzar un 3% anual de inflación en un horizonte de 24 meses, para lo que se requiere llegar a un aumento del IPC de no más de 0,25% promedio mensual.
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas.
Autor responsable: Gonzalo D. Martner.